La llegada del poema es múltiple. A veces se organiza alrededor de una palabra clave; o bien, la mayoría de las veces, progresa como una ola que desarrolla su turbulencia de imágenes y de palabras. Sí, a veces, palabra núcleo; cayendo copiosa; atropellando el vocabulario para encontrarse más adelante. Pero más aún: levantamiento del adentro; movimiento en pos de sus ritmos, de su forma-vocablos. Andrée Chedid (Francia)
viernes, 7 de diciembre de 2012
GUIJARRO
Pasa el día,
ese arroyo de horas
que te arrastran y pulen
tus pensamientos mientras llegas
al momento de la dicha
que habrá de irse fugaz,
porque no has dejado de ser
ese guijarro que se lleva el río,
apenas si atraparás una memoria
y la guardarás en el centro mismo
para alimentar las horas que te harán
rodar sin destino.
lunes, 3 de diciembre de 2012
EXTRAÑECES
A veces me extraño
como si fuera mi propio antepasado
héroe de batallas olvidadas, inmigrante superviviente
a las desdichas de un nuevo comienzo.
Entonces busco mis huellas, los rastros,
las migas de pan que he dejado
en el camino que me ha traído,
pero hallo tanta ausencia de mí,
tanto manojo de sueños inconclusos,
tanta bandada de horas empujándome sin tregua
porque no hay tiempo que perder.
Así, de tanto ser alguien he olvidado
que soy nadie, que me engaño a mí mismo.
martes, 6 de noviembre de 2012
DE REPENTE
Y cuando te dejas ver así
de repente
eres un relámpago que me atraviesa el alma
y me encandila la memoria.
domingo, 4 de noviembre de 2012
PARQUES
Empuña su espada pacífica a su diestra.
Tiene actitud de postales.
Indiferente el transeúnte.
Fotógrafo el turista
posa y manifiesta su paso
por este parque con nombre de prócer
que para el provinciano es otro,
el nombre, no el parque,
un nombre más eterno
que sucede a diario,
en cualquier parque del mundo:
Encuentros, desencuentros,
amores, desamores,
junturas, soledades,
inicios y finales,
síes y noes,
plácidas pláticas
contemplativos silencios,
susurros como caricias,
caricias como susurros,
besos besos besos,
obscenidades de cuerpos enredados
en los besos, que no se sabe
dónde comienza el uno dónde termina el otro
que se repiten en las bancas
a pleno sol, a plena luna
a pleno parque, a plena dicha
Sin embargo el prócer
en su alto pedestal
exhibe con orgullo, pecho altivo,
una paloma inocente sobre su cabeza
de paso como turista,
y una medalla de olvido
chorreando sobre la solapa.
martes, 2 de octubre de 2012
LIBACIÓN DE LA TARDE (3er Puesto Premio De Poesía Cafe Con-Verso Ciudad De Bucaramanga)
Esta tarde está hecha a mi medida,
asisto puntual a la cita y me siento a mi lado,
restauramos los fragmentos del alma
regada en las horas transcurridas
como espejo destrozado sobre un piso trasnochado de pasado,
coreamos al unísono los versos eternos
del poeta de turno, su presencia espectral
nos arrastra a sus jardines de lirios y juncos
danzantes como arcos que se columpian
en las cuerdas de los Stradivarius
de la orquesta otoñal del poema.
Esta mesa y esta hora están hechas a mi medida,
cabemos todos mis fantasmas y uno que otro amigo
y todos sus fantasmas,
tenemos todo lo que necesitamos:
una taza de café que procuramos para mitigar nuestras
miserias
y bebernos el sol que desemboca en matices ultramarinos,
unas voces que por turnos nos ayudan a callar
los gritos que reptan en las cavernas de la memoria,
palabras que dibujan sobre el tapiz de la tarde
la música de la música, poesía que gravita y nos posee,
y un amor en casa con unas alas dispuestas a aliviarnos
de las lides del día, cuánta risa nos llevaremos de regreso.
Este último sorbo está hecho a mi medida,
esta bocanada está hecha a mi medida,
la noche se esparció bella desde las montañas,
alargamos la despedida pretendiéndonos deidades
con la esperanza de volver a fraguar nuestros destinos
mientras la tarde se diluye dulcemente
como azúcar en el fondo.
sábado, 1 de septiembre de 2012
J. B. KNIGHT'S "MY FRIEND LOUI'S BLUES" (BILINGUAL VERSION)
MY FRIEND LOUI'S BLUES
You and I have memories
longer than the road that stretches out ahead.
The Beatles
There were also nights when the rain
was the soundtrack of the road.
We took our dreams on our backs
you, with your bass guitar which gave you
a legendary and majestic air,
I, with my borrowed guitar that learned to translate
the heart’s music of the moody men.
We were eternally children and life
nursery rhymes downs from the stars
and the streets so innocent at that time of the night
newborn to join to our unarmed steps.
In our pockets a few aged coins
to share our costly friendship
always the humility made verb
but rich in other necessities:
The searching of the refuge of our company
to forget the forgetfulness,
laughters like wings to protect us from the future
instants of silence to keep loving us
while we finish the cigarret way home
comradeship to fight shoulder to shoulder
against the phantoms of the future,
the simple, elemental present of our routines.
But the Time rained on those nights
with its noisy eagerness of erasing our footprints,
vain attempt, ink of love is their essence,
the ancient beauty of friendship is their alchemy.
It only caused one ravage, distance is not,
my beloved friend, what separate us,
but the Time that has happened since those
far nights when we played to give name
to our anonymous lives.
There are nights like this one when the rain
is the soundtrack of the insomnia
and the wind sings the smell of your name to my window,
it’s raining outside and inside its blues of nighttime waters
I hear how lucky we the mortals are to find
souls like you who help us to unravel the days
and keep them in the memory
the only nook where the rains of Time
don’t leave victims.
BLUES DE MI AMIGO LOUI
You and I have memories
longer than the road that stretches out ahead.
The Beatles
También hubo noches en que la llovizna
era la banda sonora del camino.
Llevábamos a cuestas nuestros sueños
tú, con tu bajo que te daba un aire
legendario y magestuoso,
yo, con mi guitarra prestada que aprendió a traducir
la música del corazón de los hombres taciturnos.
Éramos eternamente niños y la vida
una ronda infantil bajada de las estrellas
y las calles tan inocentes a esa hora de la noche
recién nacidas para acompañar nuestros inermes pasos.
En los bolsillos se añejaban unas pocas monedas
para compartir nuestra cara amistad
que siempre ha sido la humildad hecha verbo
pero rica en otros menesteres:
la busca del refugio de nuestra compañía
para olvidarnos del olvido,
risas como alas para protegernos del futuro
instantes de silencio para seguir queriéndonos
mientras se acababa el cigarrillo rumbo a casa,
la camaradería para luchar hombro a hombro
contra los fantasmas del porvenir,
el presente simple, elemental de nuestras rutinas.
Pero llovió el Tiempo sobre esas noches
con el estrepitoso afán de borrar nuestras huellas,
vano su intento, es la tinta del amor su esencia,
la antigua belleza de la amistad su alquimia.
Un único estrago causó, no es la distancia,
mi querido amigo, lo que nos separa,
es el Tiempo que ha sucedido desde aquellas
noches lejanas en que jugábamos
a darles nombre a nuestras anónimas vidas.
Hay noches como está en que la llovizna
es la banda sonora del insomnio
y el viento canta el olor de tu nombre a mi ventana.
Afuera llueve y en su blues de aguas nocturnas
escuhco la fortuna que tenemos los mortales
de encontrar almas como tú que nos ayudan
a descifrar los días y retenerlos en la memoria
único rincón donde las lluvias del Tiempo
no dejan damnificados.
J. B. KNIGHT
lunes, 30 de julio de 2012
POEMA DEL DÍA
En el maletín
atiborrado de trabajo pesado de trabajo
cansado de trabajo asoleado de trabajo,
agazapado entre papeles de pronta caducidad,
se esconde el poeta apurado por cumplir
su estéril trabajo su horario de trabajo.
Bañado en el sudor del mediodía
estación única del trópico
espera el autobús, afanoso,
que cuando es empleado es trabajador responsable
sin la libertad heroica de los vagos.
Sabe que llegará tarde a su cita
no con el trabajo, con la poesía
sabe que el poema de hoy se escribirá por sí solo
y el pobre, en el paradero de buses,
no habrá aportado un mísero silencio
a los versos que le salvarán el día.
martes, 10 de julio de 2012
J. B. KNIGHT'S OH! BLUES I & II (Bilingüe)
OH! BLUES I
I hear the drops falling down on the roof.
It's the night raining silently
and reminds me the antique crackling
of the pickup on the vinyl.
While, with ear thoughtful and the words absent
I'm, suddenly, the blues on the millenary turntable.
Escucho las gotas caer sobre el tejado.
Es la noche que llueve en silencio
y recuerda el antiguo crepitar
de la aguja sobre el vinilo.
Mientras que, con el oído atento y las palabras ausentes
soy, de súbito, el blues en el tocadiscos milenario.
***
OH! BLUES II
There’s
something sharp on those chords
maybe
the guitar like a dark knife
dripping
warm blood after the crime.
In
that voice there’s a path that sweeps along you
to
night places where silence is preferable
nonresistance
to the one two three
of
its tunes that taste better
in
the soft pleasure of a beer.
Cause
life is not a party
but
here you are oh timeless blues
to
let the melancholy flow into oblivion
and
turn it song, restoring drunkennes
and
come back to reality as the prisoner returns
paid
the blame, to freedom.
Hay
algo punzante en esos acordes
quizás
la guitarra como oscuro puñal que
gotea
tibia sangre después del crimen.
Y
en la voz un camino que te arrastra
a
parajes nocturnos donde es preferible callar
no
poner resistencia al un dos tres
de
sus tonadas que saben mejor
en
el suave deleite de una cerveza.
Que
la vida no es una fiesta
pero
aquí estás oh blues sin tiempo
para
dejar fluir la melancolía hasta el olvido
y
tornarla canto, embriaguez que restaura
y
regresar a la realidad como vuelve el reo
pagadas
las culpas, a la libertad.
J. B. Knight
lunes, 18 de junio de 2012
Cuando Los Ángeles Lavan El Tejado Del Cielo (1er Puesto - Concurso de Poesía Joven Del Magdalena 2012)
Samuel López Suarez (Santa Marta 1979)
Al leer los poemas de este poeta samario, encuentras la sensibilidad de un ser humano que ha aprendido a esconderla por esa prisa con que corren los días y no nos deja tiempo para reconocernos en un recuento nocturno de lo vivido o sobrevivido, pero al mismo tiempo, ves como esa sensibilidad (típica del poeta) se purifica en ese rincón del alma donde se encuentra agazapado y sale por su fuerza propia en los versos, en la música que nos regala su poesía.
BREVE PREFACIO
He aquí la luna y el aleteo de la libélula,
aquí el destino de un hombre, destino
que ha sido de otros, aquí la noche: juguete
de amantes y ladrones del tedio.
¿A qué combinar las fuerzas del universo, a qué la espera?
Cada uno busca la poesía como el ciego los labios amados.
PESSOA, POESÍA
La timidez de la luna nueva, sentenciosa como la fecha en el mármol,
en vano sabrá lo breve de nuestros siglos,
en vano también habremos agotado el sabor de la cicuta,
el filo del puñal en la espalda de un emperador,
el dolor en las manos de aquel hermoso judío
y el hastío de tantos años acumulados.
Tampoco servirá la bendición de madre cada mañana,
y mucho menos que los pájaros dibujen esplendores en los aires
para guiar a los muertos
si no vamos al encuentro de la poesía, que nos salvará del olvido,
esa que como suave viento sólo la expresan los cielos
cuando están en su virtud suprema.
TARDES
El viento pasa y se lleva la memoria de los árboles,
la lluvia llega para lavar la casa
sucia de palabras desdeñadas.
Te imaginas un lejano país que amas,
–sabes que no será tu destino– pero te conformas
con la latencia de su idioma.
Ahora como el asceta, sientes a lo lejos el aleteo de la música
y el ángel que presagia desdichas se ríe de tu oficio.
No queda más por hacer, verás a tus muertos
y en tu lugar reinará la nada.
MARÍA DE MAGDALIA
¿De qué país vienes mujer,
tan cóncava y oscura?
¿A qué sueño te aferras? di a qué sueño
¿Qué camino tomaste
tan sólo vestida de palabras?
y llegas a mí como vuelve una belleza antigua, como
una belleza heredada por el abuelo,
como un recuerdo para sorprenderme del olvido;
llegas a mí como regresa el recuerdo del vino
a poner en mi boca tu humedad y así darme
la certeza de estar vivo.
UN HOTEL Y UNA LUNA
Como cualquier tango que te desgarre el alma,
no temas ensuciar tu cuerpo conmigo
entrégate al gozo del fuego;
y justo en el momento de tenue luz
no mires al poniente
porque no habrá retorno a la mortalidad.
EPITAFIO
En el crepitar de esta alta noche, sucumbió la voluntad del poeta
hay un verso que no escribió
unos labios que no besó
de las estaciones de tren nunca partió
su destino no fueron las grandes campañas militares, ni volvió
a su patria cargado de gloria
su pecho sólo cargó un desamor
inviernos primaveras y veranos, nada hicieron de él
la tristeza fue su carruaje.
Tú, transeúnte que lees estas palabras
y que en tu habitación tienes libros polvorientos
sigue tu camino, anda, limpia el mármol de tus mayores
que bajo esta acacia ya no crepitan las voces del universo.
CANCIÓN
Te cambio la dulzura de un ángel junto al cerezo
la tristeza de un hombre que creció viendo el mar
las miserias que el mundo ha dejado en mi, o yo en dejado en el mundo
el recuerdo del canto de un ruiseñor a la hora de la siesta
un libro de poemas (está sobre la mesa de noche)
la lentitud de las palabras del abuelo
la franqueza de unos ojos que me vieron por primera vez
(aquella madrugada llovía, no recuerdo si fue madre o la noche quien me acogió)
Te entrego el terror al papel en blanco
las noches de insomnio de todos mis mayores
el deseo de ver un sol portugués (la lengua lusitana, es ese mismo sol)
Te doy el olor de una flor que me recuerda tu dolor, la luz, la locura.
las paz que me da el rocío
la melancolía de cada uno de mis desamores (acaso, tú los eres todos)
Una tarde de domingo (el tedio, la lejanía, la soledad, la despedida de tu mejilla)
Permíteme regalarte esas pequeñas sorpresas del destino (¿será eso que
equívocamente llamamos azar?)
el egoísmo, la desidia, y la demencia de estos atiborrados versos.
Todo esto te doy, sí, todo esto a cambio de que me lleves, como aquella noche,
al mejor lugar del mundo.
AL FINAL
De los ojos de los poetas
saltan gusanos que asustan a los dioses,
las lágrimas atracan en la hiel de la locura
y el centro de la tierra escucha cada palabra.
¡Qué es un poeta sino una hidra
dispuesta a envenenarnos el sueño banal
de esto llamado vida?
CUANDO EN NOCHES.
Cuando en noches nos visita el insomnio
Las horas nos traen voces lejanas
sólo interrumpe su hablar el delicado roce de la hoja
es un darle paso a otro mundo a otra sumatoria.
El hermoso universo es el mismo, cambia la voz,
lo dicho en la intimidad; algo queda en el tedioso
susurro de la memoria, esa senda costumbre nuestra
de apropiarnos de todo.
¿Qué tienen los libros, qué misterioso sino ocultan
que se parecen a los árboles?
INSCRIPCIÓN SEPULCRAL
He visto al dorado ocaso alto por el jardín filtrarse.
He visto a Saramago y al dios de Saramago.
He bebido del pecho de Whitman,
como todas las criaturas del universo han bebido.
He visto a Job dividirse en tres.
He amado a todas las mujeres y probado la miel de unas cuantas.
He visto al abuelo sembrar el cerezo y he visto al cerezo ver morir al abuelo.
He visto la cara última de la cicuta.
He sido la noche y su laboriosa complicidad.
He visto la cara oculta de las treinta monedas.
He sido el horno, el pan, la boca, la satisfacción, el hambre.
He sido los amores de Aracne y la ira de Atenea.
Fui dueño de todas las miserias: las de los hombres y las de los dioses.
He visto a Dios confundir los idiomas y destruir ciudades con fuego.
He visto nacer a Ra y he concebido el Océano.
El viejo Caos me buscó para que erigiéramos el orden.
He sido el tálamo donde Ulises talló su amor
y he sido las manos que tallaron el tálamo.
He sido el hilo con que Penélope tejió y destejió el tiempo.
Fui la cifra de una causa,
Y ahora, soy materia del habitual olvido.
sábado, 9 de junio de 2012
10 POEMAS DE MISTERIO Y TIEMPO (3er Puesto - Concurso De Poesía Joven Del Magdalena 2012)
POÉTICA
Lee en
voz apenas audible
para
izar tu voz en verso ajeno,
amárrate
a su música de febril encanto
de canto
fértil que crece y crece,
coro
altisonante, en aladas páginas
de
mundos solemnes corazón del poeta.
Piérdete
en bellezas que ojos desconocen
que
oídos envidian, elévate, y en el éter,
reconócete
sonámbulo en el laberinto
entretejido
de misterio y tiempo.
Si es la
tarde un asalto de palabras,
saetas
certeras emboscando el alma,
persigue
el poema, esquiva poesía,
hasta
izar tu voz en tu propio verso.
EL HUÉSPED
UNA MUJER
ESPERO
Una mujer espero
ella todo lo
posee nada le hace falta
¿Y yo qué tengo para ella?
¿Qué puede ofrecerle un poeta
que mide el tiempo con canciones
y lee el mundo y el espacio estelar
como un libro divino inconcluso
y olvidado por un autor anónimo
desconocido moribundo?
Una mujer espero
y en la espera que me hostiga
a asomarme a la ventana
donde el mundo pasa menos ella
me vuelvo brasas para sus sueños
combustible para su fe
oráculo con buenos augurios.
Una mujer espero
y nada puedo brindarle
acaso este cuerpo para reconocerse
como un espejo hecho de carne y alma
Acaso un misterio que ella misma desconoce
un acertijo que sólo el amor
en su incomprensible inmortalidad
puede resolver con la curiosidad
de un dios conmovido.
Que así sea.
¿Quién
es ese que dice yo
usándote
y
después te deja sola?
Rafael Cadenas
Está ahí
dentro
poblando
la miseria
viviendo
la dicha,
en
cambio tú,
pobre
montón de carne,
vulnerable
al inclemente vaho del tiempo,
te
entregas a sus caprichos
en busca
de placeres
para
alimentar la memoria
y el
olvido,
hasta
que la noche última
se lleva
a tu habitante
volviéndote
comida
para gusanos
polvo
universal
inerte,
estéril,
sin
nombre.
TENUE SAXO DE UNA NOCHE DE DICIEMBRE A
LOS 23 AÑOS
Acudo
a ti arte de la poesía
tú
que sabes de remedios…
Konstantinos Kavafis
El
viento ha traído
desde
los cerros lejanos
un
recuerdo superviviente
a las
dagas del tiempo:
puedo
acariciar los nombres
de cada
infancia escondida
en la
trastienda de la memoria,
escuchar
el milagroso prodigio
de las
risas y las miradas furtivas
hacia
una niña que desarrollaba
en su
cuerpo la forma del amor,
vuelvo a esconderme en el silencio
muy mío
de entonces
justo
detrás de los sueños
donde
nadie supo encontrarme,
he inventado
de nuevo
el árbol
para treparme,
el mar
para fugarme,
la
lluvia para escanciarla en mi piel
con ese
regocijo de los días
cuando
el tiempo no solía transcurrir
cuando
aún no sabía de remedios.
Sólo
queda esto
verme en
este espejo
la
nostalgia fatigosa
que
estos años carga,
ver cómo
todo se ha ido
cómo
hemos cambiado
cómo
vamos muriendo.
EVOCACIÓN DE LAS COSAS
Más
allá del azar y de la muerte
duran,
y cada cual tiene su historia,
pero
todo eso ocurre en esa suerte
de
cuarta dimensión que es la memoria.
Jorge Luis Borges
I
El árbol
que creció
tan
lejano ahora en el patio de mi infancia
sigue
floreciendo en la memoria
sus
raíces ya son tierra y sus ramas
ya son
cielo y vuelo de pájaro
pero
perdura en la misteriosa vanidad
del
recuerdo, las cosas se eternizan
en la
sagrada memoria de los hombres,
nada
perdido en las sombras del olvido
posesión
única como regalo divino,
un
antiguo tesoro,
una
pieza de colección.
II
Hay
cosas que vemos detrás del velo
de un
pasado que parece imaginado
y hablan
de nosotros como nosotros hablamos
de
nuestra niñez ya inmaculada por el tiempo;
cosas
que, quizá, cuando la humanidad sea
polvo y
cenizas en un viento sin rumbo
relaten
historias míticas en un idioma
caduco
hecho de vagas remembranzas,
así los
hombres también perduramos
en la
indisoluble memoria de las cosas.
POEMA DE NOCHE
El poema
que escribo
sale de
noche a pasear sueños,
se viste
de silencios y entre las cosas dormidas,
la tele,
la cocina, la nevera y su terco ronquido,
deambula
sonámbulo como ánima sin descanso.
Lo veo,
enciende un cigarrillo y se pierde
dentro
de sí como si un compromiso lo agobiara.
Arriba
la luna testigo de su vigilia
es un
adorno más, una metáfora.
La brisa
le es una lira con armonías milenarias,
una nana
para su padecer insomne.
Él,
perdido, taciturno, no me ve
o me
ignora, y huye de mis intentos
por
atrapar su atención, sentarlo a mi lado
evadirnos
de la realidad diurna
volvernos
literatura, poesía
pero
huye lentamente
lentamente
lentamente,
no se
deja escribir
hasta que
se desvanece
hasta
que, en mi cama, reposo
con la
extraña sensación
de no
volver a saber de él
quién
sabe hasta cuándo.
Pienso
en él y lo compadezco
se cree
una pesadilla andante.
CANTAR DE LA MEMORIA HAMBRIENTA
(NOCTURNO 5)
Como el
mendigo
que con
vergüenza y humildad
pide una
limosna al transeúnte indiferente
para
alimentarse con un mendrugo de pan
y recibe
a cambio el abandono de Dios
aunque
su fe iguala su desdicha,
así,
todas las noches con su peso de silencios
contemplo
tu fotografía, bello paisaje
de
tierras lejanas y fresca sonrisa
para
alimentarme con una migaja de ti
y no
morir de tu ausencia.
CENTRO
Es tu
centro el centro de mi universo.
Vértice
vórtice para huir fluyendo,
dulce
portal donde se restaura el Caos,
donde
habita la unidad,
donde
encuentro el amor elemental como el pan
y lo
puedo tocar, sostenerlo entre mis dedos
como
agua clara como avecilla asustada.
Es tu
centro el centro de mi universo
laberinto
del Minotauro donde me pierdo
y muero
dichoso en manos de la bestia.
TERQUEDAD
DE LA MEMORIA
Et tout le reste est littérature
Paul
Verlaine
El niño que en quinto grado
imagina tener el poder de detener el tiempo
para levantarse de su pupitre
caminar cuatro hileras y dos filas
al otro extremo del salón de clase,
junto a la ventana que da al palo de mango
y darle un beso a la niña que le gusta,
no sabe que esas escenas escolares
se volverán un dulce vino, añejado
por la terquedad de la memoria,
y que volver a ellas ya pasados los años
le devolverán toda su inocencia.
Después del beso vuelve al pupitre
y la profesora continúa dictando;
y no hay más que recordar, puesto que,
la poesía sabe que lo demás
no es literatura.
jueves, 12 de abril de 2012
PEQUEÑA BIOGRAFÍA
Abuelita,
¿qué le pasó a tus fotos? No pareces la misma que sale en ésta soplando las velitas de
un pastel de cumpleaños.
sábado, 10 de marzo de 2012
POEMA DE NOCHE
El poema que escribo
sale de noche a pasear sueños,
se viste de silencios y entre las cosas dormidas,
la tele, la cocina, la nevera y su terco ronquido,
deambula sonámbulo como ánima sin descanso.
Lo veo, enciende un cigarrillo y se pierde
dentro de sí como si un compromiso lo agobiara.
Arriba la luna testigo de su vigilia
es un adorno más, una metáfora.
La brisa le es una lira con armonías milenarias,
una nana para su padecer insomne.
Él, perdido, taciturno, no me ve
o me ignora, y huye de mis intentos
por atrapar su atención, sentarlo a mi lado
evadirnos de la realidad diurna
volvernos literatura, poesía
pero huye lentamente
lentamente lentamente
no se deja escribir
hasta que se desvanece
hasta que, en mi cama, reposo
con la extraña sensación
de no volver a saber de él
quién sabe hasta cuándo.
Pienso en él y lo compadezco
se cree una pesadilla andante.
sábado, 11 de febrero de 2012
Armando Díaz (Vulnerable)
Porfirio Barba
Jacob
Cada quien carga con su cruz, eso es
suficiente como para no perder el tiempo pendientes en problemas ajenos. Pero
el peso de la carga varía según pasan los días, como bien nos lo canta Barba
Jacob, "Hay días en que somos tan..." Una bello estribillo de una
bella canción que puede llenarse con cuanto adjetivo se nos venga a la cabeza.
Vulnerables, ese es el adjetivo con
el que completaría el verso de hoy, un hoy que se ha repetido de manera
intermitente y sin previo aviso, "Hay días en que somos tan vulnerables,
tan vulnerables ...". Primero, desperté con una extraña
angustia, con el credo a flor de labios, como si presintiera una tragedia, como
si tuviera en la boca un sabor a desilusión de lo que fuera
a acontecer. Luego, una especie de silencio antiguo, o prenatal se apoderó
de mí, de modo que apenas podía saludar a mis compañeros en el banco donde
laboro como cajero, aunque fue fácil evitar comentarios, puesto que me encerré
en mi cubículo y de ahí no salí sino hasta la hora del almuerzo.
En realidad, este empleo no me
desagrada del todo, excepto porque llevo ya casi diecinueve años en él, después
de haber realizado unos cuantos cursos a distancia de contaduría; llego a mi
cubículo, recibo facturas, consignaciones, cheques, no miro a los usuarios del banco,
me limito a mi trabajo. Al llegar al banco saludo a mis compañeros sin entrar
en detalles, un "Hola, buenos días." es suficiente, me preguntan
"¿Cómo estás?" Como si de veras les interesara, sé que es una
muletilla sin significado, prefiero una sonrisa sincera como saludo, uno
sabe cuando las sonrisas son sinceras. En fin, yo digo "Bien,
gracias." y luego el incómodo silencio, saben que no tienen más qué
preguntarme, hasta que alguien comenta el último capítulo de la telenovela de
las nueve, es la señal para ir a mi cubículo. En este empleo hay mucho tiempo
para solazarse en pensamientos profundos, sobretodo en esos días en que somos
tan vulnerables, tan vulnerables, como hoy. Por ejemplo, hoy pensé que la vida de
cada individuo es un laberinto de espejos, y que la primera imagen que revela
el primer espejo se pierde a medida que avanzamos y que la idea es volver a
encontrar esa primera imagen; pero bueno, quizá pensé eso por lo vulnerable que estoy hoy.
Decía que amanecí vulnerable
y a medida que avanzaba el día, un nudo en la garganta comenzó a asfixiarme, era
un llanto que pugnaba por salir, un llanto guardado en lo más profundo desde
hace ya mucho tiempo. Desde el día en que murió mi madre no he vuelto a llorar,
y antes de eso había pasado mucho tiempo desde la última vez que derramé una
lágrima, creo que fue por una película que vi en un oscuro y vacío cine-club, y
creo que fue más bien un sollozo, más bien un estremecimiento de alegría que
conmueve, sí, creo que fue por el final feliz de la película. Pero, ahora que
lo pienso, me parece que no es del todo mi culpa ser menos sentimental ahora que antes,
creo que es el hecho de cumplir con mi trabajo, mis horarios, y el tiempo que
me falta para entregarme a mí mismo un momento de melancolía (todo ser humano tiene derecho a sus momentos de melancolía). Desperté
vulnerable , pero tengo deudas, una rutina, un cansancio, unas
obligaciones, un ritmo que no me permite el lujo de llorar.
Al salir del trabajo, ya de noche,
con esas ganas de llorar, con ese sentimiento de que cualquier cosa me podía vulnerar, caminé unas cuadras, un ciego me pidió limosna, un niño dormía en el
andén sobre unos cartones, el olor a alcantarillado de las calles me abofeteó
la cara, hasta que finalmente llegué al paradero. La diaria miseria de la calle
me atacó sin misericordia, en estos días estas cosas brillan más en su
opacidad; quise llorar en el paradero, pero no estaba solo, lleno de
vacíos monté el autobús, quise llorar pero iba de pié,
el autobús estaba incómodamente atestado de gente, incómodamente
caliente, incómodamente ruidoso, media hora después baje del autobús, con el
llanto desesperado en la garganta, llegué a casa, cerré la puerta a mi espalda
y encendí las luces, quería llorar, pero me preparé un sándwich, me bañé,
quería llorar.
Confieso que no soy escritor
(vulnerable no rima con los adjetivos que emplea Barba Jacob en su canción, no
es ni siquiera una palabra esdrújula, podría usar frágiles, pero no encaja con este miedo de que cualquier
cosa pueda hacerme daño, con esta dejadez que no termina de salir de una buena
vez), me gusta leer poesía, cuentos, novelas, por eso evoqué a Barba
Jacob; y en últimas, no tengo la más remota idea de por qué escribo esto, a
quién carajos podría interesarle, sin embargo es una vieja costumbre, ya
olvidada por cierto, para escaparme de mí mismo. Llegará ese día en que
corran vientos ineluctables, y
alguien entienda el espejo en el que miro hoy.
Quise llorar, pero estoy ocupado, quise llorar, pero estoy muy cansado,
y más cansado con este llanto que no cuaja. Llegarán días en que sea tan lúgubre, tan lúgubre,
pero tengo mucho sueño y mañana tengo que madrugar.
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